¿Qué está ocurriendo ahora para dar forma a nuestro futuro?

por Valerie L. Gerard, James Jackson, Carl Chrappa, Diane Croessman, Patricia Voorhees, Rick Remiker y Gary LoMonaco

Monitor 100 2022
El futuro de la financiación de equipos requiere resistencia e innovación. Adaptarse a los cambios económicos y a la evolución de las necesidades de los clientes y establecer relaciones más estrechas con las partes interesadas son componentes clave para mantener el éxito en el futuro próximo. Los asesores de Alta comparten sus ideas sobre cómo puede ser el futuro del sector y las estrategias para llegar a él.

Dentro de diez años, la financiación fluirá hacia las empresas más eficientes, más flexibles y más resistentes que innoven continuamente y añadan valor a las soluciones para los clientes. Ya está ocurriendo: vemos un creciente aprecio por las soluciones de financiación basadas en el consumo, la especialización y el avance de la tecnología que va más allá de la automatización para integrar la financiación digital y un mayor uso de blockchain. Además, las aplicaciones digitales fáciles de usar para los consumidores están generando expectativas y una demanda de que las experiencias de compra comercial sean igual de rápidas. Por lo tanto, es imperativo que las empresas de financiación adopten plenamente una mentalidad digital.
También esperamos ver cómo las empresas de financiación de equipos externalizan muchas más funciones en la próxima década, al tiempo que refuerzan las ventas y el desarrollo empresarial, especialmente para las transacciones más complejas que siempre requerirán la intervención humana.
La resiliencia será mayor gracias a la agilidad que permiten las nuevas tecnologías y plataformas que aseguran las transacciones. Y los futuros líderes habrán aprendido de la experiencia de trabajar durante la Gran Recesión, una pandemia mundial, alianzas geográficas cambiantes y la primera guerra en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. En comparación con la mayoría de los demás sectores empresariales, el de la financiación de equipos ha demostrado mucha más resistencia y capacidad de respuesta a sus clientes. Y esos clientes valorarán las cualidades que refuerzan la resistencia de cara al futuro.

Cada vez se aprecia más el potencial de blockchain para reducir costes, mejorar la ejecución de las transacciones, aumentar la transparencia y reducir los procesos de gran volumen que requieren mucho papeleo. De hecho, tiene un uso mucho más amplio que el simple mantenimiento de los libros financieros. Blockchain tiene el poder de trastornar numerosos sectores, incluido el de la financiación de equipos.
Desde que empezamos a investigar este tema hace varios años, blockchain ha adquirido un reconocimiento aún mayor como tecnología probada y está empezando a pasar el examen de abogados, reguladores y agencias de calificación que eran reacios a aceptar la naturaleza no probada de esta tecnología. Blockchain proporciona una plataforma tecnológica inmutable y a prueba de manipulaciones que tendrá muchas aplicaciones potenciales y sustituirá prácticas anticuadas. Es la solución perfecta para digitalizar procesos caros, opacos e ineficaces, cargados de procedimientos manuales intensivos dependientes de hojas de cálculo Excel y montones de documentos de préstamo impresos. Blockchain puede aumentar la eficiencia mediante la racionalización de los procesos, la reducción de los costes, la agilización de los plazos de tramitación y la mejora de la transparencia y los datos fiables. Por esta razón, ya estamos viendo cómo algunos proveedores de servicios incorporan blockchain en productos emergentes.

Una de las aplicaciones que más nos entusiasman son las titulizaciones basadas en blockchain. Todo el proceso de titulización será mucho más eficiente, aportará mayor transparencia sobre el rendimiento de los equipos, reducirá los costes de emisión y, en última instancia, dará lugar a mejores precios. Esto podría cambiar las reglas del juego para las empresas independientes, ya que podría reducir su desventaja en el coste de los fondos en relación con las empresas de propiedad bancaria. Esperamos que las titulizaciones basadas en blockchain comiencen con clases de activos más homogéneas, como hipotecas y tarjetas de crédito, antes de adoptar acuerdos respaldados por equipos. Esperamos ver esto en nuestro sector en los próximos cinco años.

Además, las aplicaciones KYC (conozca a su cliente) y AML (contra el blanqueo de dinero) podrían utilizar la tecnología blockchain para agilizar los procesos normativos. Del mismo modo, podrían reducirse las cargas de presentación de UCC, y el intercambio de pagos podría realizarse con más seguridad y menos necesidad de verificaciones de terceros.

Además de blockchain, la creciente automatización digital y la externalización de funciones empresariales seguirán impulsando la eficiencia hasta un punto que alterará no solo la composición del sector, sino también los tipos de capacidades y talentos necesarios dentro de las organizaciones.
Las empresas también se están reorganizando para dar cabida a más transacciones financieras de consumo. Los contratos de servicios gestionados que agrupan hardware y servicios seguirán ganando impulso con el tiempo. Estos modelos, combinados con las opciones de uso frente a propiedad, ofrecen a los usuarios finales una utilización más eficiente de los recursos. En la actualidad, existen múltiples factores que facilitan y fomentan una adopción más rápida de estos modelos.

A las opciones de consumo se suman los mandatos ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) y los dispositivos habilitados para IoT que mejoran el seguimiento de las métricas clave, así como la inteligencia artificial para el análisis predictivo. Surgirán nuevas clases de activos más centradas en la sostenibilidad.

Hoy en día, podemos señalar numerosos ejemplos de modelos de uso, como los activos de transporte medidos por kilómetro, los activos de construcción medidos por tonelada métrica movida, los activos energéticos medidos por KW hora y los activos sanitarios medidos por diagnóstico. En la mayoría de los casos, estos programas actuales incluyen un componente variable más un pago fijo mínimo. De cara al futuro, se espera que la mejora de la previsibilidad del rendimiento acabe apoyando flexibilidades contractuales y opciones de uso más sofisticadas. Este futuro dependerá menos de los usuarios individuales y más de las estrategias previsibles de uso compartido o reutilización, y seguirá mejorando la adecuación de los costes a unos resultados significativos y mensurables.

Cuando los ejecutivos de la Generación Z tomen el timón en la próxima década, aportarán su pasión por la preservación del medio ambiente y el cambio climático. Los de la Generación Z son integradores y progresistas por naturaleza. Asimismo, creen firmemente en la responsabilidad social corporativa y en las iniciativas de diversidad e inclusión. Ser considerados con el medio ambiente es una de sus principales pasiones.

De cara al futuro, las empresas tendrán que considerar cuál será la combinación ideal de empleados y cómo atraer el talento adecuado. Los miembros de la Generación Z, la primera generación nativa digital, parecen aportar todo de sí mismos al trabajo y esperan que las empresas adopten una postura sobre cuestiones sociales. Su interés por las opciones de trabajo a distancia hace que estén disponibles en función de sus talentos especiales y no de su ubicación física. Este deseo, por supuesto, se ha intensificado durante la pandemia, que ha ampliado las oportunidades de trabajar virtualmente.

Si echamos la vista atrás una década, se temía que la tecnología financiera fuera un importante factor de perturbación, pero la realidad es que en su mayor parte amplió los préstamos al consumo para pequeñas empresas. Lo que ha evolucionado en la financiación comercial son nuevas redes de prestamistas que operan en ecosistemas de comercio electrónico. Las redes de prestamistas pueden hacer coincidir al comprador con las fuentes de financiación en cuestión de minutos con capacidades de aprendizaje automático o inteligencia artificial. Esta tendencia presionará a los vendedores exclusivos para que añadan más a sus ofertas para el usuario final, mientras que los fabricantes de equipos originales simplemente disfrutarán de un acceso más fácil a la financiación.

La automatización también ayudará a la financiación de grandes y medianas empresas en algunos aspectos del negocio, pero este sector seguirá necesitando humanos para gestionar el riesgo. El temor a que la automatización reduzca puestos de trabajo no se ha hecho realidad. De hecho, el sector tiene actualmente muchos puestos de trabajo por cubrir.

Es probable que el sector bancario se contraiga hasta el punto de que los principales bancos de Estados Unidos y los bancos más pequeños dominen la financiación de equipos, dejando un vacío entre los prestamistas grandes y pequeños. Dentro de diez años, las empresas de financiación que ahora pertenecen a bancos medianos, la mayoría de ellos regionales, probablemente habrán encontrado un socio bancario más grande o habrán desarrollado sus propios recursos de financiación bancaria.

Empresa financiera especializada

Habrá una mayor demanda de especialistas, además de la sempiterna necesidad de profesionales de ventas y desarrollo empresarial.

La entidad financiera generalista acabará dando paso a la entidad financiera especializada. A una entidad financiera le resultará prohibitivo prestar todos los servicios administrativos tradicionales, como atención al cliente, cobros, documentación y gestión de activos.

Al igual que las industrias de reparación de automóviles y médica, las empresas se especializarán en determinados segmentos del mercado y centrarán sus esfuerzos en la habilitación competitiva de funciones como el desarrollo empresarial y la estructuración y fijación de precios de las transacciones. Los servicios de back-office mencionados anteriormente se subcontratarán a empresas especializadas en estas áreas funcionales específicas y prestarán estos servicios a múltiples actores de la industria. Al centrarse en estas áreas, las empresas subcontratadas obtendrán economías de escala y podrán prestar el servicio a una fracción del coste de cada empresa financiera individual, lo que hará que todo el sector sea más eficiente y rentable.

Aunque la especialización y la puesta en común de recursos han sido tendencias constantes en las dos últimas décadas, seguirán acelerándose a medida que las empresas busquen todas las vías para reducir el coste de hacer negocios.

Un futuro incierto

Hace diez años, hablábamos de mercantilización y compresión y esas tendencias fácilmente previsibles se cumplieron. También hablábamos de tecnología financiera por primera vez cuando entramos en la recuperación económica tras la Gran Recesión. Sin embargo, nadie predijo que pasaríamos tanto tiempo sin una crisis económica. Ahora, en 2022, llevamos casi 15 años de recuperación con una calidad crediticia prácticamente intacta.

La normativa se ha endurecido y los bancos han afinado sus operaciones mediante pruebas de resistencia. El mayor uso de datos y la mayor transparencia también contribuyen a la resistencia. Estos factores pueden reducir el impacto de acontecimientos futuros que no pueden conocerse de antemano mediante análisis predictivos o previsiones tradicionales.

No es probable otra década de crecimiento ininterrumpido, ni siquiera con la atención que presta el sector a los activos esenciales para las empresas y el desarrollo de prácticas empresariales más eficientes y modernizadas.

Para prepararse para un futuro incierto, el sector debe seguir estrechando relaciones con los clientes y otras partes interesadas, institucionalizar lo aprendido durante la pandemia y diseñar soluciones flexibles y culturas de trabajo ágiles que retengan el talento y mejoren la experiencia de los clientes. Las formas posibles de hacerlo son infinitas.

Nada es seguro, dice el refrán, salvo la muerte y los impuestos, y, añadiríamos, la creatividad y resistencia del sector de la financiación de equipos, que sigue innovando y adaptándose a las necesidades cambiantes de los clientes.

Sobre los autores: Valerie L. Gerard y James Jackson son codirectores generales; Carl Chrappa es director general; Diane Croessmann, Patricia Voorhees y Gary LoMonaco son directores; y Rick Remiker es vicepresidente de The Alta Group.